El extenso edificio queda perforado por patios, que estratégicamente situados, permiten la iluminación y ventilación naturales de las estancias situadas a su alrededor. Así pues, se genera una retícula que garantiza la calidad de las estancias interiores y la optimización de las fachadas de los patios. El orden interno del edificio se expresa de manera diferente en cada planta. En planta primera, el esponjamiento de las salas de espera y la menor variabilidad en las dimensiones de las estancias permiten una percepción completa del orden del edificio. En planta baja en cambio, la retícula queda difuminada por la propia disposición del programa, de mayor variabilidad y densidad.

Un sistema de múltiples y divisores del módulo primigenio, el patio de 5,5x8m, rige la compartimentación interior del edificio. La adición y fragmentación de los módulos permiten generar la gran variabilidad de estancias requeridas, desde grandes salas de usos múltiples, hasta pequeñas salas de servicio. Esta modularidad permite reducir los plazos de ejecución mediante la incorporación de elementos industrializados. La estructura prefabricada de hormigón a base de pilares, jácenas colgadas y forjados prefabricados genera una cuadrícula que sirve como base para la modulación de los elementos constructivos ligeros que llenan sus huecos.